¿Cuál es el procedimiento de un divorcio contencioso?
Agotadas las instancias de acuerdos necesarios para el divorcio, si no se logran los acuerdos para el convenio regulador, se puede presentar la solicitud de divorcio por la vía contenciosa.
Siempre es preferible un divorcio de mutuo acuerdo, o acudir a una mediación familiar que ayude a las decisiones. Pero si esto no es posible, es imprescindible contar con el asesoramiento de un abogado especialista en familia, que guiará las decisiones para que el proceso resulte lo mejor posible.
¿Dónde se presenta la solicitud del divorcio contencioso?
El artículo 768 de la Ley de Enjuiciamiento Civil establece que esta solicitud será presentada en el Juzgado de Primera Instancia del lugar del domicilio conyugal. En caso de que los cónyuges residan en distintos partidos judiciales, quien presenta la demanda elegirá entre el Juzgado del último domicilio del matrimonio o el de residencia de la otra parte.
¿Qué documentación se necesita para gestionar un divorcio contencioso?
Para iniciar un divorcio contencioso, es necesario acompañar la solicitud de los siguientes documentos:
- Documento de identidad del solicitante.
- Poder notarial que habilite la representatividad de un abogado.
- Certificado de empadronamiento.
- Certificado de matrimonio.
- Partidas de nacimiento de los hijos, si los hubiera.
- Documentación probatoria de propiedades de bienes gananciales y de actividades económicas. Se incluyen escrituras, cuentas bancarias, pensiones, hipotecas.
- Contratos de trabajo.
- Todo otro documento que certifique situaciones patrimoniales gananciales.
¿Qué debe hacer el cónyuge demandado?
Una vez recibida la solicitud de divorcio contencioso, el juzgado notificará a la otra parte. El cónyuge demandado dispone de 20 días a partir del día siguiente al de la notificación para tomar la decisión de cómo procederá.
¿Qué puede hacer? Optará por una de las siguientes acciones:
- Responder a la demanda. En esta respuesta presentará sus argumentos con respecto a lo que se solicita en la demanda.
- Responder y presentar sus aspiraciones. En la respuesta, el cónyuge demandado podrá expresar sus aspiraciones.
- Allanarse a la demanda. Implica aceptar todo lo que el cónyuge demandante solicita.
- Presentarse en el proceso, pero no contestar. Estar presente en el proceso no es equivalente a responder a la demanda. El cónyuge demandado puede presentarse para conocer las decisiones del juez con relación al uso de la vivienda familiar, pensiones, cuidado de los hijos, reparto de bienes, entre otras medidas.
- No contestar. Este es un acto de rebeldía por el que el demandado acepta lo que el cónyuge plantea en la demanda.
El juicio oral en un divorcio contencioso
El juicio en un divorcio contencioso es oral. El Juez citará a ambas partes para una vista pública en la que cada uno de los cónyuges reafirmará sus peticiones. Cada parte estará representada por un abogado de familia y procurador. Si la parte demandada no puede pagar uno, se le asignará uno de oficio.
En la instancia oral cada parte puede aclarar o ampliar sus argumentos, pero no modificar sus pretensiones.
En la vista se presentarán las pruebas para que sean valoradas por el juez, quien se pronunciará en cuanto a si las acepta o no. También serán llamados a presentar testimonio los peritos y testigos. Si una de las partes no se presenta, se da por entendido que acepta lo expresado por la otra parte.
La sentencia en el divorcio contencioso
Cumplidos todos los pasos, el juez dictará la sentencia. En la misma se establece el divorcio y las condiciones que regirán en adelante. Estas condiciones pautarán aspectos económicos y personales. Incluirá decisiones con respecto a los hijos si los hubiere.
Si alguna de las partes no está conforme con la sentencia, puede impugnar las decisiones del juez.
El divorcio contencioso es más largo que uno de común acuerdo, y es más costoso económicamente. La decisión final está en manos de un Juez, que si bien analiza la documentación presentada, carece de detalles de la vida de la pareja, por lo que su decisión puede no satisfacer a las partes.
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